miércoles, 23 de noviembre de 2011

Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud

Instituto de Salud y Derechos Humanos
    INSADEH

Trujillo 25 de Mayo del 2010

Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud

Empoderamiento y Libertad: Tratar con la pobreza y la Gradiente Social.

Para alcanzar una mejora fundamental en la Equidad en materia de Salud, se necesitan soluciones técnicas y medicas, como el control de enfermedades y la atención medica, pero estas no son suficientes, deberá haber empoderamiento de individuos, comunidades y países.

El empodermiento opera en tres dimensiones: material, psicosocial y político; las personas necesitan requisitos materiales básicos para llevar a cabo una vida decente, así como tener control sobre sus vidas, y así como tener expresión política y participación en la toma de decisiones.

El estado diferencial entre hombres y mujeres en todas las sociedades del mundo es probablemente la única inequidad tan arraigada y dominante. Como tal, la relación entre ambos géneros representa un problema social para la salud tan apremiante como el gradiente social mismo.

De hecho la feminización de la catastrófica epidemia de VIH / SIDA es una clara demostración de la carencia de poder de las mujeres, para gozar de las libertades sociales básicas.

Esta marcada inequidad en Salud revela un desempoderamiento en muchos niveles:

Incapacidad gubernamental e institucional de actuar a partir de la evidencia del impacto de Género, y, desigualdad en la participación de mujeres en las instituciones públicas desde el nivel local;

Desigualdad en el acceso a la propiedad, al patrimonio económico y la herencia, y en cuanto al control de dichos bienes;

Restricciones desiguales impuestas a la movilidad social e incluso física;

En la reproducción y la sexualidad;

En cuanto a la sanción de la violación de la integridad física de mujeres y niñas,

Y aceptación de códigos de conducta social que autorizan e incluso recompensan la violencia sexual contra las mujeres.

Inequidad en Salud y los gradientes sociales.

La esperanza de vida al nacer, que representa el promedio en cada país, era menor a 50 años en África y Asia del Sur en 1970, cifra que ya superaba Europa en 1900.

Entre 1970 y el 2000, la esperanza de vida para los niños de Asia del Sur aumento 13 años, mientras que en el mismo periodo, en el África Sub Sahariana, aumento solo 4 meses.

En varios países pobres, las razones de mortalidad materna exceden los 500 cada
100 000 nacidos vivos; en Suecia, la relación es de 2 cada 100 000.

En El Salvador, si las madres carecen de educación, la tasa de mortalidad infantil al primer año de vida es de 100 por 1000. En cambio, si las madres tienen acceso a la educación secundaria, la tasa baja a 25 por 1000.

En la ciudad escocesa de Glasgow, la esperanza de vida de los hombres en una de las zonas más marginadas era de 54 años, mientras que en las zonas de mejor condición económica era de 82 años.

Esto significa que la esperanza de vida de los hombres más pobres de Glasgow es menor al promedio de la India; mas aun, esta gradiente social se repite en todos los países desarrollados, incluidos EEUU y Gr Br.

En Suecia, las personas adultas que poseen un doctorado tienen una mortalidad mas baja que aquellas que poseen  capacitación profesional o licenciatura; en Rusia sucede lo mismo por grupos de edad, en los mayores de 25 años: la mortalidad mas baja corresponde a la jerarquía mayor de Administradores, aumentando para Profesionales / Ejecutivos, y sucesivamente para Trabajadores de Oficina, siendo la mas alta mortalidad en la categoría mas baja de Otros.

En Tailandia, la tasa de mortalidad en menores de 5 años por categoría de riqueza en quintiles, muestra gradientes importantes en el censo de 1990, y aunque esta gradiente se mantiene para el censo del 2000,  hay una disminución general de la mortalidad.

Justicia, desigualdad e Inequidad.

Todas las sociedades tienen jerarquías sociales cuyos recursos sociales y económicos, incluidos el poder y el prestigio, están distribuidos de manera desigual. La distribución  desigual de los recursos tiene un impacto en la libertad de las personas de llevar vidas que puedan valorar.

Generalmente las mujeres viven mas tiempo que los hombres, probablemente consecuencias de diferencias biológicas. Sin embargo, en los casos en que las mujeres tienen una esperanza de vida igual o menor que los hombres, es decir, cuando las condiciones sociales influyen en la reducción del beneficio de longevidad “natural “de las mujeres, esta desigualdad es una marca de inequidad grave.

El derecho al más alto nivel de salud posible se encuentra en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, así como en la Constitución del Perú; mientras consideramos que la salud tiene un valor intrínseco, es decir que es un  fin en si misma, la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud también reconoce su valor instrumental. La Salud les permite a las personas participar en la sociedad y tiene consecuencias potencialmente positivas en el desarrollo económico y en la industrialización.





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