sábado, 20 de junio de 2015

LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO – Mario Vargas Llosa

LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO – Mario Vargas Llosa


” O Anti-Christo nasceu
Para o Brasil governar
Mas ahi está O Conselheiro
Para delle nos livrar”

La guerra del fin del mundoBrasil, finales del siglo XIX. Antonio Vicente Mendes Maciel,” O Conselheiro”, profeta y santón itinerante, recorre el estado de Bahía predicando la palabra de Dios, reconstruyendo iglesias y profetizando la llegada inminente del Anticristo.
Su paso por los miserables poblachos bahianos provoca la adhesión de decenas de seguidores que ven en las palabras del profeta la salvación de sus almas y la posibilidad de vivir en permanente santidad.Así, arrastrados por el fulgor milenarista de sus ojos y por su lacónicoverbo mesiánico, una cohorte de magníficos personajes le siguen, cada uno con una terrible historia detrás, convirtiéndose a la verdad del Buen Jesús predicada por el santón y dando de paso un giro radical a todas sus vidas.
Su apostolado errabundo, conel tiempo, hace que susseguidores ya seanlegión. Miles de ellos, la mayoría miserables entre los miserables, de todos los oficios y vidas dedicados a una nueva verdadsanta y en permanente procesión, contarán pronto con laadhesión de los temiblesbandidos del “sertâo” : los sanguinarios canga�eiros que liderados por los más malvados y salvajesjefes, Pedraò, Pajeú y el demoníaco Joaó Satán, se convierten a las palabras del Consejero. De la conversión de este último renace Joaó Abade, el nuevo lugarteniente del Consejero y delos elegidos que decide poner rumbo a un lugar estable, a una nueva Jerusalem que ya ha descendido del cielo: la aldeade Canudos, hacienda propiedad del Barón de Cañabrava.
El mensaje apocalíptico del Consejero termina por identificar al Can,al verdadero Anticristo, con loque no es sino la joven República Brasileña la cual pretende la permanenteseparación de la iglesia ydel estado, que decreta el matrimonio civil, que obliga a todas las personas a inscribirse en el censo y que, además, impone el sistema métrico decimal. Su ruptura, sangrienta, con el Anticristo, es decir con la República, no pasa desapercibida por los dos antagónicos partidos póliticos mayoritarios de Bahía: el Partido Reformista Republicano de corte jacobino y burgués ,controlado por el cínico Epaminondas Gon�alves, y el Partido Autonomista Monárquicogobernado por el Barón de Cañabrava, expoliado en sus propiedades por los iluminados de Canudos.
Ambos identifican a los revoltosos del Belo Monte de formas distintas: los republicanos ven en ellos a unas marionetas, manejadas por losmonárquicos, que pretenden le restauración de la Monarquía y sus antiguos usos en el Estado de Bahía a costa de sembrar la inestabilidad política.
Por el contrario , los monárquicos ven enel movimiento de los yagunzos la excusa más propicia para que el gobierno central de Río acabe con cualquier oposición política a la República en el estado, Bahía, más autónomo y monárquico de todos.
A ellos se une una tercera mirada: la de Galileo Gall, frenólogo y revolucionario escocés, veterano de La Comuna de París, libertario empedernido que ve en los escogidos de Canudos a los nuevos hijos de la Revolución, que aunque anclados en una retórica milenarista y medieval han conseguido abolirla propiedad privada y el dinero, instaurar el comunismo, “tomar las tierras a un feudal,establecer el amor libre y derrotar a una tropa”.
Tras el fracaso de dos expediciones militares contra los santos, una acompañía masacrada y un batallón diezmado, la joven República decide enviar a la mejor unidad del ejército: el Séptimo Regimiento del Brasil,comandado por el enérgico y radicalmente republicano coronel Moreira César, partidario de la República Dictatorial.
Mientras tanto , los nuevos moradores de la Jerusalem Celeste, los Santos de Canudos,con” O Conselheiro” al frente de su Legión de Elegidos, sabiendo del Fin de los Tiempos y de la Segunda Venida , advertidos de la llegada del Ejército del Anticristo se preparan para la lucha, para batalla, para la guerra… para La Guerra del Fin del Mundo.

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