jueves, 5 de septiembre de 2013

El Hombre Mediocre.

EL HOMBRE MEDIOCRE. Jose Ingenieros.
I
Las filosofias occidentales han interpretado el Mundo, pero se carece de una filosoifa del individuo, pues el individuo es el que nutre a la sociedad, y como tal, debe partir de la Psicologia, y es que Jose Ingenieros dictaba Psicologia del Caracter, en la Catedra de la Facultad de Filosofia de Buenos Aires, en 1910, mas alla de la metafisica, y es dialectica, dialectica en el sentido de una integralidad que las Ciencias de la Conducta han perdido, y en relacion e interrelacion con la realidad social. Importante pues si se trata de que la Filosofia transforme al Mundo, primero debe transformar al individuo.

Un ideal no es una formula muerta, sino una hipotesis perfectible ... para que sirva, debe ser concebida asi, actuante y en funcion de la vida que incesantemente deviene. La imaginacion, partiendo de la experiencia anticipa juicios de futuros perfeccionamientos ... los ideales, entre todas las creencias, representan el resultado mas alto de la funcion de pensar.

Evolucionar es variar. En la evolucion humana, el pensamiento varia incesantemente. Toda variacion es adquirida por temperamentos predispuestos; las variaciones utiles tienden a conservarse. La experiencia determina la formacion general de conceptos genericos, cada vez mas sinteticos; la imaginacion abstrae de estos, ciertos caracteres comunes, elaborando ideas generales que pueden ser hipotesis acerca del incesante devenir; asi se forman los ideales que para el hombre son normativos de la conducta, en consonancia con sus hipotesis.

Los idelaes no son a prioristicos, sino inducidos por una vasta experiencia; sobre ella se empina la imaginacion para preveer el sentido en el que varia la humanidad. Todo ideal representa un nuevo estado de equilibrio entre el pasado y el porvenir.

El concepto de lo mejor es un resultado natural de la evolucion misma. Aristoteles enseñaba que la actividad es un movimiento del ser hacia su propia " entelequia ", su estado de perfeccion. Todo lo que existe persigue su entelequia, y esa tendencia se refleja en todas las funciones del espiritu; la 
formacion de ideales esta sometida a un determinismo, que por ser complejo, no es menos absoluto. 

No son obra de una libertad que escapa a las leyes de todo lo universal, ni productos de una razon pura que nadie conoce. Son creencias aproximativas acerca de la perfeccion venidera.
Lo futuro es lo mejor de lo presente, puesto que sobreviene en la seleccion natural; los ideales son un " elan " hacia lo mejor, en cuanto simples anticipaciones del devenir.

En las grande horas de una raza o de un hombre, la inspiracion es indispensable para crear, esa chispa se enciende en la imaginacion, y la experiencia la convierte en hoguera. Todo idealismo es por eso , un afan de cultura intensa; cuenta entre sus enemigos mas  audaces, a la ignorancia, madrastra de obstinadas rutinas.

Solo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir, nada cabe esperar de los hombre que entran a la vida, sin afiebrarse por algun ideall; a los que nunca fueron jovenes les parece descarriado todo ensueño. Y no se nace joven, hay que adquirir la juventud, y sin un ideal no se aduqiere..

II

La Emocion del Ideal. Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella, y tiendes el ala hacia tal excelsitud, inasible, afanoso de perfeccion y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un ideal. Es ascua sagrada , capaz de templarte para grandes acciones.

Los filosofos del porvenir, para aproximarse a formas de expresion cada vez menos inexactas, dejaran a los poetas el hermosos privilegio del lenguaje figurado; y los sistemas futuros, desprendiendose de añejos residuos misticos y dialecticos, iran poniendo a la Experiencia como fundamento de toda hipotesis legitima.

No es arriesgado pensar que en la Etica venidera florecera un idealismo moral, independiente de dogmas religiosos y de apriorismos metafisicos : los ideales de perfeccion fundados en la experiencia social y evolutivos como ella misma, constituiran la ultima trabazon de una doctrina de perfectibilidad infinita, propicia a todas las posibilidades de enaltecimeitno humano.

Un ideal no es una formula muerta sino una hipotesis perfectible; para que sirva, debe ser concebida asi, actuante en funcion de la vida social que deviene. La imaginacion, partiendo de la experiencia, anticipa juicios acerca de futuros perfeccionamientos; los ideales, entre todas las creencias, representan el resultado mas alto de la funcion de pensar.  del hombre para adaptarse a la naturaleza, que evoluciona a su vez.

La evolucion humana es un esfuerzo continuo del hombre para adaptarse a la naturaleza que evoluciona asu vez. Para ello necesita conocer la realidad ambiente y prever el sentido de las propias adaptaciones : los caminos de su perfeccion.

Sus etapas reflejanse en la mente humana como idelaes. Un hombre, un grupo o una raza son idealistas porque circunstancias propicias determinan su imaginacion a concebir perfeccionamientos posibles.

Los ideales son formaciones naturales. Aparecen cuando la funcion de pensar alcanza tal desarrollo, que la imaginacion puede adelantarse a la experiencia. No son entidades misteriosamente infundidas en los hombres, ni nacen al azar. Se forman como todos los fenomenos accesibles anuestra observacion.

Los ideales son efectos de causas, accidentes en la evolucion universal investigadas por las ciencias y resumidas por la filosofia.

III

El Simbolo. En el vaiven eterno de las eras, el porvenir es siempre de los visionarios. Este simbolo dice a los jovenes que toda brega por un ideal es santa, aunque sea ilusorio el resultado; que es loable seguir su temperamento y pensar con el corazon, si ello contribuira a crear una personalidad firme: que todo germen de romanticismo debe alentarse para enguirnaldar de aurora la unica primavera que no vuelve jamas.

Y a los maduros, cuyas primeras canas salpican de otoño sus mas vehementes primaverasn instigalo a custodiar sus ideales bajo el palio de la mas severa dignidad, frente a las tentaciones que conspiran para entregarlos en la Estigia donde se abisman los mediocres.

Hay cierta hora en la que el pastor ingenuo se asombra ante la naturaleza que le envuelve. La penumbra se espesa, el color de las cosas se uniforma en el gris homogeneo de las siluetas, aquietase el rebaño para echarse a dormir, la remota campana tañe su aviso vesperal ... la implapable claridad lunar se emblanquece al caer sobre las cosas ... y un lejano rumor de arroyo brincante en las breñas parece conversar de misteriosos temas.

Sentado en la piedra menos aspera del camino, el pastor contempla y enmudece, invitado en vano a meditar por la convergencia del sitio y la hora. Su admiracion primitiva es simple estupor. La poesia natural que le rodea, al reflejarse en su imaginacion, no se convierte en poema. El es apenas un objeto en el cuadro, un accidente en la penumbra. para el todas las cosas han sido siempre asi, y seguiran siendolo, desde la tierra que pisa, hasta el rebaño que apcienta.

Es la falta de informacion e instruccion, el aislamiento y sometimiento a una naturaleza adversa, y a costumbres y tradiciones y supersticiones, es el temor a lo desconocido, a la verguenza y a la censura, es la pobreza espiritual que exige la presencia de procesos de educacion, motivacion , liderazgos, y accion.

La inmensa masa de los hombres piensa con la cabeza de ese ingenuo pastor; no entenderia el idioma de quien le explicara algun misterio del universo o de la vida, la evolucion eterna de todo lo conocido, la posibilidad de perfeccionamiento humano en la continua adaptacion del hombre a la naturaleza.
Para concebir una perfeccion se requiere cierto nivel etico y es indispensable alguna educacion intelectual. Sin ellos, pueden tenerse fanatismos y supersticiones; ideales jamas.

Los que viven debajo de ese nivel y no aduqieren esa educacion, permanecen sujetos a dogmas que otros les imponen, esclavos de formas paralizadas por la herrumbre del tiempo. Sus rutinas y sus prejuicios parecennles eternamente invariables; su obtusa imaginacion no concibe perfecciones pasadas ni venideras; el estrecho horizonte de su experiencia constituye el limite forzoso de su mente. No pueden formarse un ideal.

IV

En torno a la mediocridad. Si pudieramos medir los valores individuales, se graduarian ellos en escala continua, de lo bajo a lo alto. Entre los tipos  de extremos y escasos, observariamos una masa abundante de sujetos, mas o menos equivalentes, acumulados en los grados centrales de la serie. Vana ilusion seria la de quien pretendiera buscar alli el hipotetico arquetipo de la humanidad.

¿ Serian normales los que " mejor marcan el paso ", los que se alinean con mas exactitud en las filas de un convencionalismo social ? En este sentido hombre normal no seria sinonimo de hombre equilibrado, sino de hombre domesticado; la pasividad no es equilibrio, no es complicada resultante de energias, sino la ausencia.

El hombre sin personalidad no es un modelo sino una sombra; si hay peligro en la idolatria de los heroes y los hombres representativos, mas lo hay en repetior esas fabulas que permiten mirar como una aberracion toda excelencia del caracter, de la virtud y del intelecto.

El hombre medio es docil, acomodaticio a todas las pequeñas oportunidades, adaptabilisimo a todas las temperaturas de un dia variable, avisado para los negocios pero no para el trabajo, resistente a las combinaciones de los astutos y a la iniciativa de los audaces; pero, dislocado de su mediocre esfera y ungido por una feliz combinacion de intrigas, es el que se derrumba siempre en seguida, precisamente porque es un equilibrista y no lleva en si las fuerzas del equilibrio ... el prejuicio mas grave es el del hombre mediocre que figura como equilibrado, y del genio que es un desequiliobrado.

Ningun hombre es excepcional en todas sus amplitudes, pero no podria afirmarse que son mediocres, a carta cabal, los que no descuellan en ninguna .... existen grupos de hombres que pueden englobarse dentro de tipos comunes ... si observamos cualquier sociedad humana, el valor de sus componentes resulta siempre relativo al conjunto : el hombre es un valor social.

Cada individuo es el producto de dos factores : la herencia y la educacion. La priemra tiende a proveerle de los organos y las funciones mentales que le transmiten las generaciones precedentes; la segunda es el resultado de las multiples influencias del medio social en las que el individuo esta obligado a vivir. Esta accion educativa es por consiguiente, una adaptacion de las tendencias hereditarias a la mentalidad colectiva : una continua aclimatacion del individuo en la sociedad.

El niño se desarrolla como un animal de la especie humana hasta que empieza a distinguir entre las cosas inertes y los seres vivos, y a reconocer entre estos a sus semejantes . Los comienzos de su educacion son , entonces, dirigidos por las personas que le rodean, tornandose cada vez mas decisiva la influencia del medio; desde que esta predomina, evoluciona mediante la imitacion , como un miembro de la sociedad, y sus habitos se organizan mediante la imitacion.

Mas tarde, las variaciones adquiridas en el curso de su experiencia individual, pueden hacer que el hombre se caracterice como una persona diferenciada dentro de la sociedad en que vive.

La imitacion desempeña un papel amplisimo casi exclusivo en la formacion de la personalidad social; la invencion produce, en cambio, las variaciones individuales. Aquella es conservadora y actua creando habitos, esta es evolutiva y se desarrolla mediante la imaginacion.

La diversa adaptacion de cada individuo a su medio, depende del equilibrio entre lo que imita y lo que inventa. Multiples experiencias sociales desde la mas tierna infancia y orientacion antes que censura, desarrollo de la imaginacion y de la creatividad,y del espiritu critico,  antes que la memoria y la asumcion de modelos, obligan a que sobre la base de ciertas capacidades congenitas, se desarrollen las aptitudes para imitar e inventar, y asi la herencia y el medio social interactuan para el pleno desarrollo de las potencialidades.

De: " El Hombre mediocre ", INGENIEROS, Jose.

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